18 de octubre de 2022

¿Cómo implantar una cultura corporativa digital?

Caroline

Caroline

Lectura en 5 minutos

Encuentre las 9 buenas prácticas que le permitirán tener éxito en la digitalización.

¿Qué es la cultura digital en una empresa?

Por cultura de empresa se entienden todas las características y especificidades que rigen el funcionamiento de una empresa. En concreto, se trata de los comportamientos y la dinámica de las personas que trabajan en ella, pero también de los métodos de trabajo, las herramientas utilizadas a diario, la forma de comunicarse interna y externamente, etc.  

La cultura digital en las empresas hace referencia al uso de las nuevas tecnologías (objetos conectados, redes sociales, herramientas digitales, plataformas de mensajería instantánea...) dentro de una organización. No es solo una cuestión de herramientas: es también un estado de ánimo y una forma de entender esta transformación digital.

El desarrollo de una cultura digital es hoy en día primordial para todas las empresas. En efecto, es imposible prescindir de la tecnología digital, que es un verdadero factor de creación de riqueza: aumento de la innovación, incremento de la productividad y el rendimiento, desarrollo de nuevas soluciones...

Sin embargo, no basta con implantar nuevas herramientas para desarrollar la cultura digital de una organización. Los empleados también deben participar en ella y, más aún, integrarla en sus prácticas y reflejos. Esto significa cambiar profundamente los procesos organizativos de la empresa.  

Sin embargo, según una encuesta realizada en 2020, solo el 22 % de las empresas encuestadas afirma contar con las competencias necesarias para tener éxito en su transformación digital. Al mismo tiempo, el 63 % de las empresas con más de 20 empleados percibe la transformación digital como una oportunidad.

Existe, por tanto, un desfase entre lo que las empresas desean (un mayor desarrollo de su cultura digital) y los recursos de que creen disponer para ello. Sin embargo, la implantación de dicha cultura no requiere necesariamente grandes recursos. Como hemos visto, se trata sobre todo de un estado de ánimo.  

📌 Para profundizar en el tema de la cultura de empresa, descubre cómo crear una cultura de empresa sólida

¿Por qué es importante crear y mantener una cultura corporativa digital?

No es ningún secreto que la tecnología digital está en todas partes y rige muchos usos. En este contexto, las empresas deben adaptarse. Vimos que lo consiguieron durante la crisis de Covid-19, que las obligó a implantar (cuando era posible) el trabajo a distancia y la desmaterialización de los documentos.

Al desarrollar su cultura digital, las empresas obtienen muchos beneficios:  

  • Refuerzan su presencia en línea, solidifican su imagen y adquieren nuevos clientes;
  • Atraen a nuevos talentos, gracias a su imagen en línea y a la multiplicación de los canales de contratación (a través de las redes sociales, por ejemplo);
  • Retienen su talento ofreciéndoles herramientas y métodos de trabajo de vanguardia.
  • Salvaguardan el conocimiento interno creando una base documental compartida (la llamada gestión electrónica de documentos);
  • Fomentan la innovación y la creatividad;
  • Consiguen aumentos de productividad;  

En otras palabras, la cultura digital es tanto una herramienta para retener el talento como una forma de fomentar la innovación, el rendimiento y el desarrollo de la marca.

Crear una cultura corporativa digital

¿Cómo implantar una cultura corporativa digital?

Desarrollar una cultura corporativa digital no es tan complicado: todo lo que necesita es un plan de acción sólido y preciso. Estas son algunas de las mejores prácticas a aplicar:  

  • Establecer un plan de digitalización claro basado en una encuesta sobre el terreno. ¿Cuáles son las expectativas y los temores de todos? ¿Qué necesita digitalizar la empresa? (Además, ¿qué procesos pueden digitalizarse?) ¿Existen obstáculos (culturales, organizativos...)?
  • Elija bien sus herramientas.Se recomienda confiar en un lugar de trabajo digital seguroque sea de alto rendimiento, y compatible con herramientas de colaboración integradas entre sí. Microsoft 365 y Teams son buenos ejemplos de ello. Para implantar estas nuevas herramientas, considere la posibilidad de implicar al departamento informático y a los directivos, y recurra a un integrador.  
  • Forme un equipo de proyecto y planifique sus acciones. El uso de una herramienta de programación inversa suele ser acertado. ¿Qué pasos hay que dar y en qué plazo?
  • Formar a los directivos en las nuevas herramientas y también en la nueva cultura corporativa. Como tales, pueden considerarse "facilitadores": son quienes impulsarán y promoverán la cultura digital entre los demás empleados.
  • Digitalizar las herramientas empresariales, departamento por departamento.
  • Comunicar ampliamente a todo el personal, adaptándose al objetivo. De nada sirve implantar nuevas herramientas y prácticas si sólo las conocen unos pocos.
💡 Lee también nuestra guía para digitalizar con éxito su empresa

Algunos ejemplos de herramientas a aplicar:

  • Una intranet y redes sociales corporativas, con fines de comunicación interna;
  • Cuadro de mandos de gestión de proyectos para centralizar todas las herramientas y documentos y facilitar la colaboración
  • Un quién es quién, una intranet de RRHH y nóminas digitalizadas para RRHH;
  • Un panel de control personal para todos;
  • Aplicaciones de reuniones participativas para facilitar los intercambios y la comunicación con empleados remotos

Por supuesto, la naturaleza de estas herramientas varía en función de las características, necesidades y tamaño de la empresa. No existe una solución estándar para la cultura corporativa digital, solo soluciones personalizadas.

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¿Y a largo plazo? Algunos caminos a seguir

Desarrollar una cultura corporativa digital es importante. Pero mantenerla es igual de importante.

En tu plan de acción, no olvides tener en cuenta el largo plazo.

He aquí algunas prácticas que puede poner en práctica para mantener su cultura digital:

  • Implique a los usuarios a la hora de configurar el software con su integrador para que las herramientas respondan perfectamente a las necesidades de la empresa. Si están convencidos de que estas herramientas simplificarán sus misiones diarias y de que tienen voz y voto en ellas, se sentirán más cómodos con el cambio;
  • Comuníquese internamente con regularidad, especialmente sobre cuestiones digitales importantes para la empresa;
  • Acompañar el cambio a largo plazo con formación continua y apoyo a quienes lo necesiten;
  • Ofrecer software de última generación, como Microsoft 365, cuyos usos son infinitos y cuyas funciones se enriquecen periódicamente;
  • Dejar tiempo para la reflexión. La transformación digital de la empresa no debe ser rígida y limitarse a marcar casillas en un plan de acción. Por ello, se recomienda organizar reuniones periódicas (una vez al mes, una vez al trimestre...) para recabar opiniones y sugerencias de los equipos de proyecto, e incluso de algunos empleados. Esto permite co-construir la cultura digital de la empresa y, sobre todo, ajustarla con el tiempo.
  • Mida el éxito de su estrategia haciendo un seguimiento de sus KPI. Defina objetivos y asocie los KPI a estos objetivos. Así podrás ajustar tus decisiones en función de los resultados que obtengas para garantizar el éxito de la implantación de una cultura digital.
Para ir más allá, descubre cómo definir y realizar un seguimiento de los KPI del lugar de trabajo digital

Conclusión

Una cultura corporativa digital es un motor de rendimiento y un activo real para una organización. Pero no debe construirse al azar: además de establecer un plan de acción preciso, es importante elegir las herramientas adecuadas y contar con un equipo de proyecto bien definido. Además, es esencial recordar que una cultura digital no se refiere únicamente a las herramientas digitales implantadas en la empresa: es también una forma de ver las cosas, de trabajar, de comunicar, que debe transmitirse a todos los empleados. Por tanto, es también una revolución cultural, que debe construirse a largo plazo.

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